Decidirse a tomar terapia es un proceso que toma tiempo. No cualquiera se atreve. Primero buscamos otros intentos de solución. Los no sanos pero que proporcionan un alivio temporal: el alcohol, las comidas procesadas, la televisión, las redes sociales, el cigarro, las drogas, etcétera; están también los que son más funcionales, el ejercicio, la familia, los amigos, la espiritualidad, el contacto con la naturaleza, el voluntariado, el trabajo, el estudio y otros. Para pocos, cuando se trata de sí mismos, es la psicoterapia. Y señalo "cuando se trata de sí mismos" porque cuando se trata de niños o adolescentes la psicoterapia está entre las primeras opciones, si no es que la primera. Necesitamos de una auténtica crisis para decidirnos a tomar acción, vernos enfrentados con nuestros peores temores, nuestras mayores debilidades y las más grandes frustraciones para en muchas ocasiones, en un acto de desesperación, atrevernos a buscar psicoterapia. Una vez dado el primer paso, cont...